Marqués De Sade
(2
de junio de 1740 – 3 de diciembre de 1814).Su filosofía
considera naturales tanto los actos criminales como las desviaciones sexuales.
En sus escritos,
Sade describe con gran detalle sus diversas prácticas sexuales, en los cuales
son característicos los antihéroes, protagonistas de las más aberrantes
violaciones en las que mediante falacias, justifican cínicamente sus actos. La
expresión de un ateísmo radical, además de la descripción de parafilias y actos
de violencia extrema, son los temas más recurrentes en sus obras, en los que
prima la idea del triunfo del vicio sobre la virtud.
Sus obras fueron
prohibidas hasta entrando el siglo XX. Para Sade, el uso
de sistemas lógicos es constante; retorna con paciencia sobre un mismo tema una
y otra vez, mira cada cuestión desde todos los puntos de vista, examina todas
las objeciones, responde a ellas y encuentra otras a las cuales responde
también. Su lenguaje es abundante, pero claro, preciso y firme.
Para el antihéroe
de Sade, el crimen es una afirmación del poder. El criminal sadiano no teme al
castigo divino porque es ateo.
Sade responde a la
excepción que existe para la satisfacción criminal: Consiste en que el poderoso
encuentre la desgracia en su búsqueda del placer, pasando de tirano a víctima,
lo que hará ver al placer como una trampa mortal, por lo que los hombres en
lugar de triunfar por el exceso, volverán a vivir en la preocupación menor. La
respuesta de Sade a este problema es contundente: al hombre que se vincula al
mal nunca puede sucederle algo malo.
Actualmente el
termino del “sadismo” se emplea en psiquiatría para designar el tipo de
neurosis que consiste en obtener placer infringiendo dolor a otros.
Por: Paula Barrientos
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