Georg Wilhelm Friedrich
Hegel
Fue un filósofo
alemán, el cual nació el 27 de agosto de 1770 en Stuttgart. Murió el 14 de
noviembre de 1831 en Berlín.
Su obra más
importante es la Fenomenología del
espíritu, la misma tiene organización coherente: la primera parte habla
sobre la conciencia, con relación al mundo sensible, en la segunda parte, se
centra en la autoconciencia desde la certeza de sí mismo, en la siguiente,
habla sobre la razón a partir de las leyes lógicas y psicológicas. La cuarta
parte es sobre el espíritu desde múltiples perspectivas, corrientes de
pensamiento, etc. En la quinta Hegel nos habla sobre la religión, cristianismo
y del arte, luego propone el concepto de saber absoluto reuniendo allí lo
trabajado previamente.
Para aproximarme
a Hegel, use el concepto de formación, tomando como base la siguiente frase: “El espíritu sólo conquista su verdad,
cuando es capaz de encontrarse a sí mismo en el absoluto desgarramiento”.
Desde, Carl Jaspers hablamos de las experiencias límite del ser humano, pues sí
sucede ese “desgarramiento”, una
confluencia con el dolor y la fragilidad humana, nos hace conocer la verdad del
ser. Visto como una posibilidad de formación porque como lo enunció Rousseau en
el Emilio, también debemos enseñar a morir, educar para el dolor. Formar-se,
cercano a la transformación, a la conquista de sí mismo.
La actualidad de
este filósofo, tiene resonancia en dos cosas:
La primera un
fragmento de Liberación de Sándor
Márai, un escritor húngaro del siglo XX: “Ha
experimentado de qué son capaces los seres humanos cuando ya no hay leyes,
dogmas ni reglas que los vinculen. Y no le importa lo que le depare la
siguiente media hora, esa mujer ya no teme a los alemanes, al igual que en las
veinticuatro jornadas últimas tampoco temió las bombas ni las granadas. Ha
conocido otro tipo de peligros (…) Se marcha así, sin despedirse casi
indiferente; con su bolsa en la mano.”
La segunda
dentro del concepto de formación en Gadamer al referirse a la comprensión de
cómo algo ha llegado a ser lo que es y no de saber cómo es posible que sea así
desde siempre, “lo esencial es invisible a los ojos” ¿no?; una construcción de
sí mismo del ser humano, mediada por la experiencia en el encuentro con lo
desconocido, con la esencia, donde lo importante no es mantenerse vivo, sino
mantenerse humano, al conquistar esa verdad, al saber dónde está la Vida que
buscamos.
Por: Sara Echeverri
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