miércoles, 2 de abril de 2014

Friedrich Schelling


Friedrich Schelling 

fue uno de los máximos exponentes del idealismo, que suponía que los objetos no pueden tener existencia sin que haya una mente que esté consciente de ellos. Para poder conocer las cosas, se debe tomar en cuenta la conciencia, las ideas, el sujeto y el pensamiento.

El idealismo distingue:

         1.    El fenómeno, que es el objeto en tanto que es conocido.
2.   El noúmeno (del griego "noeo" comprender), que es el objeto tal como sería en sí mismo.

Uno de los principios fundamentales de su filosofía es la identidad del sujeto y el objeto (filosofía de la identidad), pero este no aceptaba ni el criticismo que considera al sujeto como un objeto, ni el dogmatismo que hace un absoluto del objeto.

Según Schelling, la filosofía ha de responder a dos cuestiones: de qué manera el desarrollo de la naturaleza inconscientemente espiritual llega al nacimiento de la conciencia, y por el contrario, de qué modo esta,  únicamente es sujeto y se convierte en objeto. A la primera cuestión, responde la “Filosofía de la naturaleza” que hablaba sobre el renacer del hombre en el mundo; a la segunda cuestión  la teoría del “idealismo trascendental” que establecía que todo conocimiento exige la existencia de dos elementos: el primero, externo al sujeto es decir un objeto de conocimiento. El segundo propio del sujeto, que no es más que el sujeto mismo que conoce.

Dentro de su vigencia  se habla sobre su sistema del idealismo trascendental que es su principal principio, que tiene como propósito fundamental construir una concepción orgánica que contenga y deduzca todo el saber.  Para Schelling, la totalidad del saber se puede obtener sólo sustentándose en el principio del idealismo: el Yo como única realidad que al producirse sabe de sí mismo y, al saberse sí mismo, se produce. La filosofía trascendental habla sobre un principio fundamental muy importante que es el Yo, que se deriva del no yo (espíritu de la naturaleza). El principio de la ciencia verdaderamente absoluto y trascendental debe buscarse y ponerse en alguna cosa capaz de resolver y anular la oposición entre el yo y el no yo; en este principio del absoluto se realiza la identidad de los contrarios, es el objeto, la esencia y la perfección de la filosofía.

Por: Laura Cristina Guzman

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