David Hume

David Hume

David Hume es un filósofo empirista, así que toma como base de todo conocimiento a la experiencia. Es decir, cree que el conocimiento deriva de los sentidos, a las percepciones que obtenemos de nuestras experiencias, y para Hume, las percepciones se subdividen en dos tipos, las ideas y las impresiones.

Las impresiones están caracterizadas por su viveza y su sentido de realidad. Están las impresiones de modo directo que las llama impresiones sensibles y son las que se dan a través de los sentidos (tacto, gusto, oído...), es decir, que están relacionadas con el mundo exterior; estas nos dan a conocer las cualidades de los objetos del mundo exterior. También están las impresiones de la reflexión que son las de nuestra propia interioridad (alegría tristeza, dolor, angustia…), es decir, que  nos ofrecen el conocimiento o la experiencia de nuestros estados de conciencia o estados internos. Dice además que, es imposible que el ser humano pueda pensar con algo que no se haya sentido jamás.

Las percepciones derivadas, Hume las llama ideas, es decir que no son producto d nuestra sensibilidad sino que son fenómenos de la fantasía o la memoria, Hume sostiene que son copias de las impresiones y por esa razón su fuerza es inferior y tienen menos vivacidad. Las ideas no son nunca innatas, puesto que bien derivan de las impresiones. Las ideas se pueden clasificar en dos tipos: simples y complejas. Las complejas se forman por medio de la asociación de las simples: Las leyes de asociación son:

1    -ley de semejanza: las ideas se asocian por su parecido o semejanza.   

      -ley de contigüidad espacio-temporal: asociamos más fácilmente ideas que se presentan próximas entre sí.

3.    -ley de causalidad: se trata de la relación causa-efecto, según la cual tendemos a asociar ideas presentando una como causa de otra y, por ende, colocando una de manera anterior a la otra y estableciendo entre ellas una relación de necesidad.

En resumen, las impresiones son todas nuestras sensaciones y las ideas son los recuerdos que tenemos de estas, las imágenes débiles. Y, aunque todas las ideas tienen su fundamento en las impresiones, una vez que las poseemos, podemos tener conocimiento de ellas sin necesidad de recurrir a las impresiones.

Por: Manuela Álzate Cadavid